Cada guitarrista es un mundo; Paco, el universo universal, el príncipe de la armonía flamenca, quien nos ha regalado varios mundos sonoros que engrandecen nuestra cultura y animan las almas planetarias. Claro que en este país de envidiosos –es un decir-, ser Paco de Lucía y estar vivo para contarlo es cosa digna de celebrarse ¿Cómo?: En vivo y en directo.
Le acompañan un soberbio equipo perennemente dispuesto a esta relectura diaria de su más reciente obra, cuajada por demás de ‘añejos’ aciertos de la casa. Aquí la inmensidad guitarrística de PACO DE LUCÍA, y los cantes de Duquende y David de Jacoba, siempre con el quejío en el cielo, que monumentales despuntan con el mejor de los ecos en ese rotundo réquiem bulearero por una pérdida irreparable que nos ha cogido a todos con el paso cambiado: "Moraíto siempre”. Él lo bailará donde esté. Hay mucho dolor y mucha alegría concentrados en estos intensos minutos, como al completo en el doble álbum, que responde con alta fidelidad a la estructura...